martes, 15 de enero de 2008

Una bella época sin héroes.


La profecía viva ubica su encuentro en la montaña más cercana a la Comarca. Los tenaces de la esperanza están allí, aprendiendo el oficio de cambiar la piel. Abajo, en el Palacio Imperial no está todo podrido y el pueblo de los hobbits lo sabe. Leyeron a Tolkien y a José Argüelles. Sobre todo se pegaron la cachá con el mandamás de la Ciencia: Stephen Hawking, el parapléjico que nos aclara que las dos grandes teorías que explican el Todo engendran el Gran Misterio. El Tao remata el asunto con una frase para el bronce: El Gran Misterio es la puerta de toda maravilla. Los elfos y las hadas discuten sobre esto: Somos los que creamos el cuento. Somos otro tú. Así de bakán es la cuestión.
El entendimiento se propaga al Periódico de Conciencia Cósmica: "La Excalibur concentra el poder de lograr que nuestros deseos se conviertan en nuestro destino. La buscamos mucho tiempo y ahora es toda nuestra. Con la verdad por delante el rey entiende que está desnudo y que la historia es simple y fácil. Comienza en este momento y continúa por siempre..." Es la historia de nuestras vidas que está escrita con la magia de nuestra sangre bombeando por nuestras venas. Es la gran ilusión que nos estremece pero que también desaparece cuando viajamos a comprender la esencia Creativa del Cielo en el silencio de nuestra Mente. La gran ilusión es demasiado bella. El héroe y la heroína lo logran al final. En el preciso momento en que la tensión se acumula a su punto máximo, un ínfimo detalle olvidado desencadena la tormenta. Ese momento es ahora.
El alimento dejó de ser la copucha. El control de la palabra asoma como una tarea de Estado y una decisión de sabiduría. La fe, es decir, la confianza plena en nuestra Madre Tierra y en nuestro Padre Sol nos hace libres. Son los dos compromisos para asegurar el advenimiento de siete generaciones en Paz.
Ya no es preciso tolerar la violencia, nos reconciliamos con esta realidad que nos tocó vivir. Britney Spears, Patricia Troncoso, Michelle Bachelet y la Sra. María son parte de nuestra conciencia planetaria. Amar como Jesús, creer como Mahoma, Liberarse como Buda, Comprenderlo como Lao Tse y jugar como Maradona es la meta.
Aho Metakiasse
8.10