Amanecer galáctico

La fórmula para encontrar la paz y masificarla a todo el planeta es conocida. Es fácil y sencilla.

Esa fórmula mágica se encuentra en lo más profundo de cada uno de nosotros. Por lo tanto, para acceder a ella debemos replegarnos, hasta comprender correctamente la vida. La vida es una bendición y el sufrimiento es causado por la falta de disciplina de ir al encuentro con la paz esencial de la que somos parte.

Una vez comprendido y asimilado que somos uno con la Tierra y con cada uno de los seres que habitan el Cosmos la fórmula consiste en colocar atención a nuestros pensamientos, a nuestras palabras y a nuestras acciones. Entendemos que si dedicamos nuestras existencias a aliviar el sufrimiento a los demás, encontramos la felicidad. La felicidad es el camino de la Paz.

Entendemos también que somos muchos los que propagamos este conocimiento a cada instante, en todas partes, de múltiples formas y por eso, sabemos que estas semillas de alegría florecen. Esto es el Amanecer Galáctico. El fin de la guerra. El comienzo de una era dorada de Paz donde restauramos el Jardín de los afectos sobre la Tierra.

La cuestión es que este amanecer sagrado es también un payaseo gigante de nosotros mismos. Cada uno sabe lo que hace y por lo mismo, observemos. ¿Díganme que no es un payaseo gigante? ¡Díganmelo!

Capitán 8.10